martes, 11 de diciembre de 2012

Vidas sin hogar

Este sencillo corto, realizado por jóvenes universitarios, nos aproxima a la cruda realidad de las personas sin hogar. ¿Cómo se puede llegar a esa situación? Es muy fácil... Te puede pasar a ti.


viernes, 23 de noviembre de 2012

25 de noviembre: Día Internacional de la lucha contra la Violencia de Género

«Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos...
Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de sexo...»

El sufrimiento humano provocado por la violencia afecta desgraciadamente a millones de personas en todo el mundo. Pero, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, las organizaciones internacionales nos alertan sobre la enorme incidencia que la violencia de género tiene sobre muchísimas mujeres y niñas. La Unión Europea la califica de fenómeno mundial y sistémico. 

Solo en España, el pasado año  se produjeron 63.599 denuncias por Violencia de Género. En lo que transcurrido de este 2012 (hasta el 20 de noviembre) 43 mujeres han perdido la vida en  nuestro país asesinadas, víctimas de violencia machista. Esto sucede en una sociedad de las que nos atrevemos a llamar “avanzadas”.

Estas estadísticas se traducen en vidas de hermanos que pasan a nuestro lado, que viajan con nosotros en  el metro o el autobús, que participan en nuestras comunidades y grupos… 

Desde la perspectiva cristiana, la violencia de género tiene su mejor antídoto en el reconocimiento de la igual dignidad de todas las personas, hombres y mujeres. Esta firme convicción de la igual dignidad de todos supone para la Iglesia una exigencia de compromiso contra la violencia de género: apoyando las medidas estructurales, ofreciendo medios de acogida y apoyo a las víctimas y, sobre todo, educando la conciencia social con valores que lleven a un cambio en las mentalidades dominantes y explotadoras, más frecuentes de lo que se piensa, incluso entre personas con altos niveles de formación.


martes, 20 de noviembre de 2012

20 de noviembre: Día Universal de los Derechos del Niño

En este día conmemoramos la aprobación de las Naciones Unidas de la Convención de los Derechos del Niño. La convención significó un cambio en la consideración de los niños y las niñas comos sujetos activos con plenos derechos.



Al ratificar el instrumento, los gobiernos nacionales se han comprometido a proteger y asegurar los derechos de la infancia y han aceptado su responsabilidad ante la comunidad mundial por el cumplimiento de este compromiso. Los Estados Parte tienen la responsabilidad de informar periódicamente a un organismo compuesto por expertos elegidos internacionalmente, el Comité de los Derechos del Niño, de la aplicación y seguimiento de las medidas de la Convención. Este mecanismo de seguimiento y evaluación refuerza el compromiso asumido por los gobiernos para garantizar el cumplimiento de la Convención sobe los Derechos del Niño.

Esto tiene una repercusión inmediata en la supervivencia y desarrollo de millones de niños y niñas en todo el mundo. Gracias a la Convención es posible observar grandes conquistas en favor de los derechos de la infancia.
Sin embargo, a pesar de los notables progresos alcanzados en el avance de los derechos de la infancia, todavía queda mucho por hacer. Los progresos han sido desiguales. Muchos países no conceden aún a los derechos de la infancia la importancia que merecen en la legislación nacional.

En la actualidad es injusto que sigan muriendo 12 millones de niños menores de cinco años en todo mundo, la mayoría por causas que pueden prevenirse fácilmente; que haya unos 130 millones de niños en los países en desarrollo que no reciben enseñanza primaria, la mayoría de ellos niñas, y que unos 160 millones de niños padezcan desnutrición grave o moderada.

A principios del siglo XXI, hay cada vez más en todo el mundo una mayor toma de conciencia sobre los problemas que afectan a los niños y el compromiso para resolverlos. Pero nuevos problemas -como por ejemplo el VIH/SIDA- amenazan con anular en numerosos países varias conquistas sanitarias y sociales que costaron grandes esfuerzos.

Los niños y las niñas del mundo han recibido una promesa que todavía está en pie: garantizar el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño. Las vidas de millones de niños y de niñas sufrirán si esta promesa no se cumple. (Fuente: UNICEF)

martes, 30 de octubre de 2012

Niños pobres y educación

Quizá muchos opinen que para salir de la pobreza hace falta educación. Quizá se nos venga a la mente algunas películas en las que gente pobre, agobiada por la vida que llevan, triunfan por ser constantes en el ámbito académico. Verdaderamente, muy lindo, para ser real.



No podemos negar, que en muchos casos, ha habido niños pobres que han salido de esta gracias a la Educación. Sin embargo, gracias a las estadísticas sabemos que estos niños y niñas no son la generalidad.

Como indicó una trabajadora social, la pobreza hace que las madres envíen a sus hijos a pedir a las calles en vez de enviarlos a la escuela, ya que de lo contrario no tendrán qué comer. La madre de seguro sabe que está haciendo que sus hijos repitan el mismo círculo en el que ella quedó atrapada, pero no ve otra salida si quiere seguir con vida.

La realidad es que cuanto más pensamos en esta situación, más conscientes nos hacemos del estado de  más de 500 millones de niños que no tienen escuelas donde asistir y que deben privarse de derechos que les corresponden por el simple hecho de haber nacido. Cuando no hay escuela, no hay instrucción, y cuando no hay instrucción, es sumamente difícil conseguir un buen empleo, lo que hace a su vez que sea muy difícil, casi imposible, salir de la pobreza. Sin ánimos de tener una actitud derrotista y negativa, la situación indigente de millones de niños es muy preocupante.

Evidentemente necesitamos una solución segura, pero mientras... ¿hemos pensado que podemos hacer por ellos?

La posibilidad de aprender

A un matrimonio Africano le nació una niña. En muchas familias esto es motivo de gran alegría y celebración. No obstante para este matrimonio la noticia los hizo pensar en el futuro que le esperaba a la niña.



Si resulta igual que muchos de sus vecinos, la niña siempre será analfabeta. Si aún así, sin estudios y sin saber leer encuentra un empleo, ganará un poco más que 190 dólares anuales, lo que significa poco más de 50 centavos de dólares por día. Por otra parte, en el país donde vive la esperanza de vida es hasta lo 42 años.

La pobreza no sólo es un fenómeno de África. Un sexto de los habitantes del mundo ganan menos de 400 dólares por año, a diferencia de las naciones ricas donde por año hay un promedio de 22 mil dólares por año. Cabe señalar, que el 70 % de las personas pobres son mujeres, lo cual es una muestra de que la pobreza también es un fenómeno injusto.

Lo más triste es que las personas pobres en su inmensa mayoría, no logran salir nunca de su estado y se les niega el cumplimiento de sus derechos básicos como vivienda, alimentación y abrigo, lo cual las haces estar en una posición indigna frente a la sociedad.

La OMS señaló que la pobreza es un elemento destructivo en cualquier fase de la vida del ser humano, ya que impone a las víctimas una existencia desdichada

Es cierto que en muchas naciones la condición de vida está mejorando, pero es un mito peligroso creer que la situación de los más indigentes mejora notablemente. Al contrario, hoy vivimos en una época en la que se registra una gran polarización económica de país a país e incluso dentro del mismo territorio nacional.

La pregunta es ¿Se verá libre  el ser humano de la adversidad material?

El Poder de la Alfabetización: Testimonios de Irak

“Yo estaba triste y desesperado al ver que los demás niños de mi edad iban a la escuela… Los días pasaban y yo seguía trabajando en el lavadero de coches, mirando las palabras escritas en las ventanillas de los autos sin alcanzar a entender su significado”, afirma Muath. Muath, uno de los 50 estudiantes recién alfabetizados que participan en los programas de alfabetización de la UNESCO en Irak, se expresa por primera vez en el libro El poder de la alfabetización: Testimonios de Irak. Este volumen publicado por la UNESCO es una antología de testimonios y tributos a la importancia de la alfabetización y ofrece ejemplos concretos de los cambios positivos que ésta puede generar en la vida de las personas.



El aislamiento que sienten los individuos a los que la necesidad económica ha privado de instrucción básica quedó resumido en las palabras de Ahmed, que dijo sentirse “…como un ciego que sólo se ve a sí mismo pero no a las cosas que le rodean”. 

La ceguera como metáfora del analfabetismo es un tema recurrente en estos testimonios. Taima habla de la humillación que sintió en el hospital, donde era “…como una ciega que apenas podía ir a ninguna parte”, porque era incapaz de leer los letreros de orientación: “En una ocasión fui al oftalmólogo y le dije que los ojos me dolían por la noche y el médico me gritó: ‘Yo no soy oftalmólogo, soy dentista’

Más que de una mejora de su situación, los alumnos hablan de “una nueva vida”. Sumaea, una discapacitada de 65 años, quería aprender a leer para distraerse durante su enfermedad; tras haber aprendido a leer y escribir, ha llegado a la conclusión de que “ahora la lectura es mi amiga y siempre la disfrutaré”. Rand describe el periodo de su vida en que era analfabeta como “una era de oscuridad” que ha dejado tras de sí y, en sus propias palabras, ahora se siente “como una ciega que ha recuperado la vista”. Wassan llega incluso a describir el analfabetismo como un espíritu maligno que el aprendizaje ha exorcizado: “el fantasma del analfabetismo ya desapareció”. 

Las dimensiones del analfabetismo en Irak siguen siendo un problema: la tasa nacional se calcula en el 22% de la población y las mujeres de las zonas rurales están particularmente afectadas, debido a la carencia de infraestructuras. Pero en los últimos años el Ministerio de Educación ha puesto en marcha políticas de gran escala, al asociarse con la UNESCO a fin de cumplir los objetivos de la Educación para Todos (EPT). 

El Ministerio y las ONG de ámbito nacional han venido sensibilizando a la opinión pública acerca de la importancia de la alfabetización, mediante actividades tales como la premiación de alumnos que se han destacado en el aprendizaje básico, anuncios de televisión y labores de difusión en las comunidades más vulnerables de las zonas rurales desfavorecidas.

La experiencia de la UNESCO en la creación de infraestructuras, con miras a satisfacer las necesidades educativas en situaciones posteriores a conflictos, complementa la labor del gobierno iraquí, con proyectos como la Iniciativa de Alfabetización: Saber para Poder (LIFE, según sus siglas en inglés), en la que la UNESCO aporta asesoramiento y competencias, y elabora el material didáctico y los planes de estudio. Asimismo, la Organización ha contribuido a la creación de cuatro centros comunitarios de aprendizaje en los distritos de Baghdad, AlMuthanna y Dyala.

“El analfabetismo es uno de los problemas más importantes que afrontan el gobierno de Irak y sus asociados, en la tarea de garantizar el proceso de reformas en todos los ámbitos de la educación”, afirma Mohamed Djelid, Director de la Oficina de la  UNESCO en Irak, y añade que “con el apoyo de la UNESCO, el gobierno de Irak ha formulado una perspectiva y una política pormenorizada para todo el país, a fin de responder a las necesidades urgentes e inmediatas de los iraquíes analfabetos”. 

Asma concluye el relato de su nueva condición de alfabetizada con una nota de optimismo, afirmando que el cambio más importante de su vida se produjo cuando aprendió a leer: “Podía saber qué hora era y usar el teléfono móvil. Llegué a ser independiente, sin tener que pedir ayuda a nadie. Podía leer las cartas, los periódicos y las revistas… Podía ejercer mis derechos en tanto que ciudadana”. Esta compilación de narraciones personales en materia de empoderamiento es un potente recordatorio, tanto de los logros alcanzados como de las tareas pendientes. Una antología similar publicada en 2009 recoge testimonios de estudiantes afganos y actualmente se está preparando otra dedicada al Sudán del Sur.

América Latina está en deuda con las mujeres

Las mujeres reciben salarios más precarios, tiene acceso limitado a la seguridad social y son más propensas a la pobreza. Igualdad de sexos dista de ser una realidad.


Salarios más precarios, acceso limitado a la seguridad social y mayor propensión a la pobreza y el analfabetismo: América Latina sigue en deuda con las mujeres, estimó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en un informe divulgado este lunes.



Los países de la región han lanzado iniciativas y adoptado legislaciones para acabar con la discriminación contra las mujeres, pero la igualdad entre los sexos dista de ser una realidad, explicó el documento del ente de la Organización de Estados Americanos (OEA).

"En materia de derechos económicos, sociales y culturales, la discriminación contra las mujeres se sigue reflejando en el mercado de trabajo; su acceso limitado a la seguridad social; las altas tasas de analfabetismo de mujeres y niñas en comparación con los hombres", señaló la CIDH.

Las mujeres también sufren una "grave situación de pobreza y exclusión social" y existe una escasa participación política de mujeres indígenas y afrodescendientes, aseveró el informe, realizado con información recopilada durante tres años en la región.

En muchos países, "las mujeres tienen menores posibilidades que los hombres de satisfacer necesidades básicas", como alimentación, vivienda, salud, y siguen "particularmente expuestas" a la violencia y sus opciones laborales son "limitadas", apuntó el reporte.

En las últimas décadas, los gobiernos de la región han hecho esfuerzos por mejorar la inserción de las mujeres en el mercado laboral, pero "la pobreza persiste y la indigencia crece", afirmó.

Las niñas y adolescentes enfrentan "barreras" para recibir educación, por tradiciones familiares que privilegian la educación para los varones, estereotipos en currículos escolares contra las mujeres y embarazos adolescentes, entre otros.

El número de mujeres con títulos de educación superior crece, pero ello en muchas ocasiones no se traduce en mejores empleos y salarios.

La CIDH pidió a los países latinoamericanos desarrollar estrategias que permitan brindar a las mujeres acceso a los recursos, trabajo y educación, así como elaborar estadísticas fiables para garantizar que se apliquen.

La educación pública debe recibir mayores recursos, y debe tener especial atención en zonas rurales y de alta concentración de mujeres indígenas y afrodescendientes, pidió la Comisión.

Asimismo, recomendó la difusión de campañas para sensibilizar a la población contra los patrones discriminatorios y para que las mujeres conozcan sus derechos y opciones laborales.

Para certificar estos cambios, la CIDH instó a garantizar la representación de las mujeres en "todas las esferas y en todos los niveles, incluyendo los ámbitos de formulación de las políticas económicas, financieras y comerciales".

Claves para una lectura creyente de la realidad II: ¿Cómo hacer esta lectura?

Nuestra lectura creyente de la realidad siempre tiene tres momentos: VER, JUZGAR Y ACTUAR. Pero hay diversas maneras de hacerla. Hay veces que, si un grupo necesita tomar postura ante una determinada realidad… la Lectura Creyente ha de ser un proceso largo y con tiempo, pues se necesita un buen análisis de la realidad (y para eso se necesita buena información, alguna ayuda externa de personas que conozcan la realidad), después una reflexión para ver cómo la fe ilumina esa realidad (teología, Doctrina Social, Evangelio, oración) y por último un discernimiento de las posibles acciones que necesita también su tiempo, debate, búsqueda personal y comunitaria.


La propuesta es algo mucho más sencillo. Una herramienta, un modo de orar sobre la realidad que podamos aplicar personal y comunitariamente de modo que esa práctica nos vaya ayudando a cultivar esa mirada de la que hablábamos al comienzo, una sensibilidad que nos permita ENCONTRAR a Dios en la historia, ACOGER su acción salvífica y DEJARNOS MOVER POR ÉL, implicándonos de una manera más activa en la realidad. Es un método de orar personal y comunitariamente a partir de cualquier realidad de nuestro mundo, a través de una noticia, un artículo breve, una imagen… o de nuestros contextos y entornos (un hecho de vida vivido por la comunidad o por el barrio, algo que haya sucedido en el colegio…)

VER:

Colocar un hecho, realidad… delante de nuestros ojos. Observarlo, preguntarnos qué pasa, a quiénes afecta, por qué pasa, cuáles son sus causas y sus consecuencias. Dejarnos afectar: preguntarnos qué sentimientos provoca en mi esta realidad, que se me mueve por dentro: esperanza, alegría, impotencia, indignación, rabia, indiferencia… Escucha de nuestros propios sentimientos, los profundos, no los superficiales (pena, tristeza… que no nos deja mirar y profundizar)
NOS PREGUNTAMOS: ¿Qué veo? ¿Qué pasa? ¿Por qué pasa esto? ¿Qué sentimientos me produce?



JUZGAR:

Iluminar la realidad desde la luz  que nos caracteriza como comunidad creyente, como seguidoras de Jesús: la Palabra de Dios. La persona que prepara esta Lectura Creyente puede proponer un texto sobre el que todas oramos. Otra posibilidad es que cada persona que participa busque en su interior cuál es el texto evangélico que resuena dentro de sí y que ilumina este hecho. Rumiar la Palabra, escoger una frase ¿qué me dice sobre la realidad? ¿Qué luz me aporta? ¿Cómo está Dios ahí? ¿Qué nombre le doy? Así podremos tomar postura ante esta realidad desde los criterios de Dios, teniendo en cuenta que muchas veces “la opinión pública y la opinión de Dios no coinciden”. Especialmente cuando son realidades sociales.
NOS PREGUNTAMOS: ¿Qué texto bíblico resuena en mí ante esta situación? ¿cómo la ilumina? ¿Cómo descubro a Dios en esta realidad?


ACTUAR:

Es el fruto maduro que brota del proceso anterior.  Pero hay que tener en cuenta que  “actuar” no consiste sólo en “hacer”. No se refiere sólo a realizar una acción concreta. A veces el fruto de la Lectura Creyente será una acción concreta pero otras no. Porque lo que se busca no es la transformación de la realidad sino nuestra transformación personal. O mejor, una transformación de la realidad que brota de la transformación personal. El fruto de la lectura Creyente no es cambiar la realidad sino dejar que la realidad me cambie a mí, que Dios cambie mi mirada sobre la realidad y que yo me sitúe de otra manera ante la realidad. Ahora bien, el actuar siempre implica un cambio: El “actuar” puede ser a muchos niveles: un cambio en nuestros criterios y opiniones, nuestras actitudes cotidianas, nuestro modo de orar personal y comunitariamente, nuestros compromisos apostólicos, nuestras opciones de consumo, nuestro apoyo a la transformación de estructura... Siempre habrá algo que podemos hacer, cambiar, ofrecer, incluir en nuestra perspectiva de vida…

NOS PREGUNTAMOS: ¿A qué me invita Dios a mí en esta situación? ¿Qué me está pidiendo?

Necesita tiempos y espacios… Sería muy bueno podérselos dedicar a nivel personal y comunitario.  Una vez a la semana, una vez al mes… 

Tomado del taller Lectura Creyente de la realidad ,FMMDP, 2011 (Ana Isabel González, mmb)

Claves para una lectura creyente de la realidad I: Cultivar la mirada contemplativa

La Lectura Creyente no es sólo un acto puntual, un método de oración, como haremos esta tarde. Es una actitud, un talante de vida, un modo de mirar la realidad que se cultiva y que nos va dando una sensibilidad para captar el Misterio de las cosas. Como toda actitud, talante o sensibilidad, se cultiva a través de momentos concretos y para ello nos ayudan ciertos métodos. La práctica de la Lectura Creyente nos va dando una Mirada Contemplativa.



¿Qué necesitamos para ser capaces de hacer esta Lectura Creyente, para cultivar esta Mirada Contemplativa? 

Como para todo lo que se cultiva, necesitamos TIEMPO, PACIENCIA Y CONSTANCIA. Necesitamos tiempos de silencio e interioridad para procesar la realidad en nuestro laboratorio interior. Tiene que haber mucho silencio e interioridad para encontrarse con Dios en el fondo de la realidad. Si no hay silencio, nuestro contacto con la realidad será superficial. Solo escucharemos el huracán, el fuego, el terremoto pero no captaremos la brisa suave (1 Re, 19). Y eso es lo que nos pasa habitualmente en la vida.



PERMITIR QUE DIOS ABLANDE NUESTRAS RIGIDECES Y VENZA NUESTRAS RESISTENCIAS.



Cultivar esta mirada creyente supone esfuerzo y lucha para dejar que Dios nos vaya despojando de nuestros esquemas. El tiene que ayudarnos a perforar muchas capas en nosotras hasta que llegamos al fondo, tiene que ablandar muchas rigideces. Cultivar una mirada contemplativa significa disponernos a dejarnos convertir. 

• A veces tenemos resistencias a mirar desde los ojos de Dios una realidad porque no nos gusta, hasta nos repele. Decimos (consciente o inconscientemente): “Esta persona... no, no, no puedo con ella... me resisto a mirarla con los ojos de Dios...” 



• A veces, nuestra resistencia es porque la realidad nos resulta dolorosa, aparentemente sin salida, nos deja en la impotencia y nos parece imposible ver a Dios ahí. “¿Cómo va estar Dios ahí?”.  

• Otras veces, nos cuesta descubrir a Dios en la realidad porque no vemos la realidad sino que vemos lo que queremos ver y convertimos nuestra mirada en una confirmación de lo que ya pensábamos. Sabemos o queremos ver lo que ya sabíamos (prejuicio).

Esto nos suele pasar porque nos miramos a nosotras mismas,  no a la realidad. El centro somos nosotras: nuestros desagrado, nuestro dolor o impotencia, nuestras ideas o prejuicios... y no la realidad misma.


¿Cómo DEJARNOS CONVERTIR?

 PERMITIR QUE LA REALIDAD SEA. Sea como es. Sin rechazarla, sin manipularla, sin querer que sea de otra manera. Y preguntarnos: esta realidad ¿de qué está hecha? ¿qué tiene dentro? ¿por qué es así? Esto es RESPETARLA, ACOGERLA…

• SOSPECHAR DE MI PROPIA MIRADA. Es muy posible, es casi seguro que esté distorsionada. Yo lo veo así pero… ¿la realidad podrá ser de otra manera?

• ATREVERNOS A MIRAR A PESAR DEL DOLOR Y LA IMPOTENCIA. No rehuirlo. A veces, mirar la realidad es atrevernos a dejarnos atravesar por el dolor... el gran misterio. Si tiene algún sentido es el de humanizarnos, colocarnos en nuestro sitio de criaturas necesitadas y abrirnos a la experiencia de la solidaridad y el despojo.

• tomar conciencia de que el fin de la Lectura Creyente de la Realidad no es que yo cambie (o que nosotras cambiemos) la realidad, sino DEJAR QUE LA REALIDAD NOS CAMBIE A NOSOTR@S. Muchas veces nuestra mirada a la realidad la hacemos desde nuestros esquemas y vamos, en directo, como una flecha a lo que no funciona, al juicio, a la condena y a lo que hay que cambiar. Pero la lectura creyente es un ejercicio de mirada a la realidad para descubrir cómo está presente Dios en ella (no para descubrir lo que hay que cambiar), para dejar que esa presencia de Dios en la realidad nos transforme a nosotras y nos revele cómo ayudar al Dios que ya está trabajando en esa realidad.


¿Qué nos puede ayudar a situarnos así?



La convicción de que Dios está ya en la realidad, siempre y en todo. No le ponemos nosotras. Si yo no le veo... no es por su ausencia... sino por mis ojos. Por lo tanto, necesitamos que nuestros ojos sean iluminados por la luz del Espíritu. Solas no podemos, solas nos perdemos, continuamos presas de nuestros miedos o rigideces. Necesitamos pedir, situarnos ante Dios como mujeres necesitadas. “Dame, Señor, tu mirada”

La mirada contemplativa tiene que ser también una MIRADA IMPLICATIVA. No hay mirada contemplativa si no hay implicación en la realidad, si no me dejo afectar y no me siento responsable, no siento la realidad como mía, como parte de mí y no me siento yo parte de esa realidad.

APRENDER A MIRAR AL ESTILO DE DIOS, APRENDER DE LA MIRADA DE JESÚS. Dios mira compasiva y apasionadamente la realidad. “He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Y he bajado a librarlos de los Egipcios… Y ahora anda, que yo te envío al Faraón”. (Ex 3, 7-10). Dios ve, oye, se fija… queda afectado, es movido a compasión, baja y libera. Baja a través de su enviado: el final de esta mirada de Dios a la realidad es el envío. El final de nuestra experiencia de Lectura Creyente de la realidad ha de ser una experiencia de ser enviadas. Sentir que Dios nos dice lo mismo que a Moisés: “He visto,… he oído,… siento compasión… Ve, yo te envío”.

Y por último, necesitamos HUMILDAD. No poseemos nosotras a Dios. Él nos desborda, es inmanipulable y su presencia rebasa toda frontera, separación, todo intento de contenerle en un solo sitio, lugar, religión, grupo humano. Le gusta estar sobre todo allí donde no le esperamos.

Tomado del taller Lectura Creyente de la realidad ,FMMDP, 2011 (Ana Isabel González, mmb)

domingo, 21 de octubre de 2012

Domund 2012: Misioneros de la fe

Hoy celebramos el Domingo Mundial de las Misiones recordando a esas miles de personas que, en tantos y tantos rincones del mundo, entregan su vida por Él para hacer un mundo más justo y más humano.


Las ayudas al desarrollo descienden en más de 1.600 millones de euros respecto a 2011


En el marco del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, Cáritas denunció que la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en España ha descendido en 1.632 millones de euros respecto a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2011. 

Según explicó la organización, Cáritas ha difundido un texto de reflexión a toda la confederación en el que aboga por mantener una actitud vigilante y propositiva sobre las políticas de cooperación internacional. En dicho escrito, analizan la situación actual de la cooperación española en el marco del nuevo diseño de la política de cooperación internacional, que, según la organización, debe garantizar el derecho al desarrollo de los pueblos, a través del cumplimiento de los compromisos adquiridos y que, sin embargo, “a través de los recortes de presupuestos destinados a este fin, se pone en peligro los logros del Pacto de Estado Contra la Pobreza de 2007 y el Pacto Mundial por los Objetivos de Desarrollo de Milenio en el 2000”.

La directora de Cooperación Internacional de Cáritas, Natalia Peiró, manifestó que “no queremos silenciar a tres cuartas partes de la humanidad que no tienen sus necesidades básicas cubiertas”. “Los países del norte tenemos que seguir aprendiendo de todos los países del sur y no dejar en el olvido nuestra responsabilidad del futuro compartido de todos los hombres”, agregó.

Asimismo, pidió que “para que el desarrollo y la cooperación internacional sean posibles es necesario la creación de un espacio de diálogo apto para soluciones flexibles y efectivas ante la realidad cambiante y para ello necesitamos un mayor acercamiento a las instituciones responsables de la política de cooperación y la voluntad de seguir construyendo juntos esos caminos". Además, continuo Peiró "necesitamos un compromiso de cooperación a largo plazo dirigido a obtener un impacto sostenible a través de programas que surjan de planes locales, con la adopción de medidas efectivas para lograr la promoción y la fortaleza de la sociedad civil, así como el cumplimiento de los acuerdos internacionales adoptados en materia de cooperación internacional, para impulsar los procesos de desarrollo y restitución de derechos en los países del sur".

"La inclusión de la sensibilización y la incidencia en los programas globales de solidaridad también ess esencial para mejorar en este aspecto, así como lo es también intentar incrementar la AOD hasta alcanzar el 0.7% del PIB de nuestro país independientemente de la situación política o económica de España", conluyó.

La JPIC, un eje transversal en la vida y misión de las FMMDP


Para comprender el sentido de esta estructura que se llama JPIC, es muy importante entender que Justicia, Paz e Integridad de la Creación son fundamentalmente, y antes que nada, unos valores, una espiritualidad. JPIC nace de una espiritualidad centrada en el proyecto de VIDA de Dios para toda su creación, en el que nos llama a colaborar; se alimenta del descubrimiento del rostro compasivo y misericordioso del Dios de Jesús, que se revela en la historia y a quien se le encuentra en la realidad (en las personas y en los acontecimientos); brota del deseo de vivir, con lucidez y compasión, el seguimiento de Jesús, en un mundo injusto, desgarrado y violento y surge de la necesidad de discernir los signos de vida que el Espíritu está suscitando hoy.

Hacer de la JPIC un eje transversal de la vida y misión del Instituto de Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, significa que impregna de tal modo nuestro ser y hacer que se constituye en parte integrante en la elaboración, puesta en marcha, seguimiento y evaluación de todas las actividades, sean de la índole que sean. Afecta, por tanto, de modo radical a nuestra identidad carismática y ha de estar presente de modo evidente en nuestra consagración, en la vida fraterna, en la formación, en el servicio de animación de gobierno y sus estructuras, en la misión evangelizadora y en la administración de bienes. Ello supone un progresivo cambio de mentalidad y replanteamiento de todo cuanto somos y hacemos desde este eje, entrar en un profundo proceso de conversión asumiendo los valores del evangelio.

El impulso de JPIC como eje transversal supone, por tanto, una reflexión serena y paciente para definir el alcance de los valores que se acogen bajo esta denominación: ciudadanía, convivencia, cooperación, empatía, ecología, honestidad, identidad, igualdad, justicia, libertad, participación, paz, perseverancia, respeto a los derechos humanos, respeto por la vida, responsabilidad, solidaridad, tolerancia…La incorporación de estos valores es nuestra tarea.

Pablo VI decía que la misión de Justicia y Paz  era “mantener abiertos los ojos de la Iglesia, el corazón sensible y la mano pronta para la obra de caridad que está llamado a realizar con el mundo”. En esa frase se apunta la espiritualidad de JPIC. 

martes, 9 de octubre de 2012

¿Qué es “JPIC” y qué tenemos que ver nosotr@s?

Desde que el Señor llamó a Francisco a la conversión, en 1205, conduciéndolo entre los leprosos de la periferia, de las márgenes de Asís, hasta su muerte en 1226, toda su vida evangélica estuvo en sintonía con la Justicia, la Paz y  la integridad  – o el cuidado o la salvaguarda - de la creación. No podía ser de otra manera, dado que Dios lo había impregnado del Espíritu Santo para ser un apasionado buscador, constructor y servidor del Reino (Mateo 6, 33) al que Jesucristo consagró su vida, su predicación y su misterio pascual. Francisco y sus compañeros sirvieron a los excluidos de su tiempo: los leprosos,  limpiando sus llagas y acompañándolos  – como que eran personas despreciadas, temidas, y, por tanto, necesitadas de mucho amor - ; procuraron vivir en paz consigo mismos y experimentar la misericordia de Dios para estar dispuestos a reconciliar a los enemigos; bendecían al Creador por la existencia de las más diversas criaturas – acción de gracias que se hizo poesía y canto en el Canto de las Criaturas que Francisco  empezó a componer uno o dos años antes de su muerte -. Estas actitudes llegaron a ser aspectos esenciales, rasgos distintivos de los hombres y mujeres que a lo largo de 8 siglos han descubierto el llamado de Dios a mantener vivo el carisma franciscano.

Pero con el desarrollo de la Doctrina Social de la Iglesia desde fines del siglo 19, y, más aún, con el Concilio Vaticano 2º (cuyo 50º aniversario de su apertura recordaremos el próximo 11 de octubre, cuando el Papa Benedicto 16 inicie con toda la Iglesia el “Año de la Fe”), los cristianos nos damos cuenta que estas 3 actitudes son valores del Reino, que Dios a todos nos urge a encarnar, si de verdad seguimos a Jesucristo. En uno de los documentos del Concilio, la Constitución sobre la Iglesia en el mundo actual, llamada “Gaudium et Spes”, comienza diciendo: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre  todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez, gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo”. Desde que el Hijo de Dios se encarnó, pasó por este mundo haciendo el bien, entregó su vida en la cruz y resucitó, el Reino de Dios y la salvación pasan por la transformación de la historia. En la historia conducida por el Espíritu va creciendo el Reino de Dios a cuyo servicio está la Iglesia. 


Por eso, Justicia, Paz e Integridad de la Creación (abreviadamente hablamos de JPIC ) son actitudes que nos ponen en camino de:


• escuchar al mundo: leer los  “signos de los tiempos” estando dentro del mundo, participando de sus gozos y preocupaciones. Por eso la Iglesia  debe hacer un éxodo  hacia la periferia.


• asumir los anhelos, valores, clamores y logros del mundo: libertad, igualdad, participación, pluralismo, democracia, preocupación por la justicia, por el medio ambiente


• ofrecer una práctica evangélica  basada en el testimonio de vida, en el servicio, la colaboración y la solidaridad


• para transformar el mundo según los valores del Reino.


Veamos ahora qué aspectos abarca esta dimensión JPIC de nuestra vida franciscana y, ante todo, cristiana.


JUSTICIA: todas las cuestiones relacionadas con  la justicia social: el trabajo, la exclusión 

social…; la justicia internacional: el desarrollo integral de los pueblos, la erradicación de la pobreza…; la ética en los sistemas económicos y financieros; la justicia ambiental: hace visible la conexión entre la crisis ambiental y la crisis de la pobreza, buscando el trato justo por el que  ninguna población debería estar obligada a asumir una cuota desproporcionada de exposición a los peligros medioambientales por carecer de poder político o económico.

PAZ: los problemas relativos a la guerra, al desarme, a los armamentos y al comercio de las armas, a  la seguridad internacional y a la violencia bajo sus diversos y cambiantes aspectos (terrorismo, nacionalismo exacerbado, etc.), fija también su atención en los sistemas políticos y en el compromiso de los católicos en el campo político.


DERECHOS HUMANOS: que  son aquellas libertades, facultades, instituciones o 

reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos  que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, sin distinción alguna de etnia, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Hay derechos de 1ª generación: son los derechos civiles y políticos, vinculados con el principio de libertad. (exigen de los poderes públicos su no injerencia en la esfera privada). Los derechos de 2ª generación son los derechos económicos, sociales y culturales, vinculados con el principio de igualdad (exigen la intervención de los poderes públicos, a través de prestaciones y servicios públicos). Los derechos de 3ª generación se vinculan con la solidaridad, e influyen en la vida de todos, a escala universal (precisan para su realización una serie de esfuerzos y cooperaciones a nivel planetario: el derecho a la paz, a la calidad de vida, las garantías frente a la manipulación genética …).

ECOLOGÍA: La 1ª Conferencia de Naciones Unidas sobre ecología se celebró en 1972 en 

Estocolmo. En los años 80 fue creciendo la preocupación social e internacional por el medio ambiente y alcanza un punto álgido en 1992 en la Conferencia de Río de Janeiro sobre Ecología y Desarrollo. El pasado mes de junio de 2012 se realizó una nueva Conferencia de las Naciones Unidas y, en paralelo, la Cumbre de los Pueblos “Río + 20”, en busca de nuevos acuerdos internacionales para la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible  -es decir, un desarrollo que no sea solo económico sino integral y no contaminante-. A nivel ecuménico el Consejo Mundial de las Iglesias ha ido relacionando los problemas ecológicos con los de la justicia y de la paz, popularizando la expresión “integridad de la creación”. Juan Pablo II, que en 1979 había declarado a San Francisco de Asís “patrono de la ecología”, expresó la sensibilidad y preocupación de la Iglesia en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de 1990, titulado “Paz con Dios Creador, paz con toda la Creación”.  En 2001 él amplió esta reflexión y llamó a todas las personas a una “conversión ecológica”, porque la crisis ecológica es una crisis moral, es decir, tiene que ver con nuestro comportamiento personal y social desaprensivo y destructor hacia la naturaleza. Más recientemente, Benedicto 16 ha dicho que la raza humana debe escuchar a la voz de la Tierra o correr el riesgo de destruir su propia existencia. Todos y cada uno deberíamos convertirnos a un nuevo estilo de vida más ecológico, es decir, más austero, más frugal, menos consumista, que consiste en el uso moderado, sobrio y justo de los recursos, evitando lo superfluo y el derroche, a partir las 3 “R” ecológicas: REDUCIR, REUTILIZAR, RECICLAR.