viernes, 25 de julio de 2014

¡PAZ, PAZ, PAZ!

En esta pesadilla del conflicto entre Israel y Palestina, que parece no tener fin la última noticia que nos llega —por ahora— es el impacto de un obús en el patio de una escuela de laONU situada en la localidad de Beit Janun que causó dieciséis muertes, entre ellas las de varios niños, y más de 200 heridos. Más de 1.500 personas estaban refugiadas en este centro de UNRWA (Agencia de la ONU para refugiados palestinos) tras haber huido de sus casas cercanas a la frontera con Israel ante la ofensiva militar. Según los últimos recuentos oficiales, tras 17 días de la escalada de violencia entre Hamas e Israel, el número de muertos en Gaza supera los 760. En Israel, los fallecidos llegan a las 35.



La oración, como ha recodado el Papa, es el más potente y el último “arma político” para la paz, porque eleva las voluntades al máximo de sus principios y convencimientos, y porque eleva a una estancia superior la conciencia humilde de la incapacidad humana para resolver los problemas sólo a base de estrategias y componendas. Sólo Dios es capaz de sembrar en el corazón humano las dosis de piedad y de misericordia suficientes para la paz. Más aún entre dos comunidades que justifican su antagonismo en sus convencimientos patrióticos y religiosos de modo inseparable.



Desde el punto de vista del activismo ciudadano, diversas plataformas han emprendido campañas para solicitar a gobiernos y grandes empresas con intereses económicos y comerciales en la zona que presionen con lo que, lamentablemente, mueve los intereses más oscuros: el dinero. Así, la plataforma Avaaz (que significa "voz" en varios idiomas europeos, asiáticos y de Medio Oriente) está recopilando firmas exigiendo a los directores ejecutivos de las compañías ABP, HP, Veolia, Barclays, Caterpillar y G4S quepongan fin a los negocios con los que se financian los asentamientos ilegales yla acción militar en la zona. «Si lanzamos el llamamiento más grande de la historia exigiéndole a estas compañías que retiren las inversiones que financian la guerra, demostraremos que el mundo no está dispuesto a convertirse en cómplice de esta matanza. Tanto los palestinos como israelíes progresistas están pidiendo al mundo que apoye esta estrategia», informan desde esta plataforma.

Señor...

Que tu voz resuene en el corazón
de todos los hombres y mujeres,
cuando los llames a seguir
el camino de reconciliación y paz,
y a ser misericordiosos como tú.

Señor, tú diriges palabras de paz
a tu pueblo y a todos
los que se convierten a ti de corazón.
Te pedimos por los pueblos de
Oriente Próximo.

Ayúdales a derribar las barreras
de la hostilidad y de la división
y a construir juntos un mundo
de justicia y solidaridad.

Señor, tú creas cielos nuevos
y una tierra nueva.
Te encomendamos a los jóvenes
de estas tierras.

En su corazón aspiran
a un futuro más luminoso;
fortalece sus decisión de ser hombres
y mujeres de paz y heraldos
de una nueva esperanza para sus pueblos.
Padre, tú haces germinar
la justicia en la tierra.

Te pedimos por las autoridades civiles
de esta región,
para que se esfuercen por satisfacer
las justas aspiraciones de sus pueblos
y eduquen a los jóvenes
en la justicia y en la paz.

Impúlsalos a trabajar generosamente
por el bien común y a respetar
la dignidad inalienable de toda persona
y los derechos fundamentales que derivan de la
imagen y semejanza del Creador
impresa en todo ser humano.

Te pedimos de modo especial
por la autoridades de
esta noble tierra de Siria.

Concédeles sabiduría, clarividencia
y perseverancia;
no permitas que se desanimen
en su ardua tarea de construir
la paz duradera,
que anhelan todos los pueblos.
Padre celestial, en este lugar
donde se produjo la conversión
del apóstol San Pablo,
te pedimos por todos los que creen
en el evangelio de Jesucristo.

Guía sus pasos en la verdad y en el amor.
Haz que sean uno, como tú eres uno
con el Hijo y el Espíritu Santo.

Que testimonien la paz que supera todo
conocimiento y la luz que triunfa
sobre las tinieblas de la hostilidad,
del pecado y de la muerte.

Señor del cielo y de la tierra,
Creador de la única familia humana,
te pedimos por los seguidores
de todas las religiones.

Que busquen tu voluntad en la oración
y en la pureza del corazón,
y te adoren y glorifiquen tu santo nombre.
Ayúdales a encontrar en ti la fuerza
para superar el miedo y la desconfianza, para que
crezca la amistad
y vivan juntos en armonía.

Padre misericordioso,
que todos los creyentes encuentren
la valentía de perdonarse unos a otros,
a fin de que se curen las heridas del pasado y no
sean un pretexto
para nuevos sufrimientos en el presente.

Concédenos que esto se realice
obre todo en Tierra Santa,
esta tierra que bendijiste
con tantos signos de tu Providencia
y donde te revelaste como Dios de amor.

A la Madre de Jesús,
la bienaventurada siempre Virgen María,
le encomendamos a los hombres
y a las mujeres que viven en la tierra
donde vivió Jesús.

Que, al seguir su ejemplo,
escuchen la palabra de Dios
y tengan respeto y compasión
por lo demás, especialmente
por los que son diversos de ellos.

Que, con un solo corazón y una sola mente,
trabajen para que todo el mundo sea
una verdadera casa para todos sus pueblos.
¡ Paz! ¡Paz! ¡Paz! Amén.


                                           Juan Pablo II

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