miércoles, 22 de abril de 2015

No hay un «plan B» para salvar la Tierra



Ni sabiendo los estragos que estábamos causando en el planeta hemos cambiado nuestra forma de actuar. Este ha sido uno de los duros reproches del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en el 45 aniversario del Dia de la Tierra. Ya nunca más veremos un tigre de Bali o un carpintero imperial, ambas especies extintas por la acción del hombre, mientras la contaminación, como la del aire, provoca millones de muertes de seres humanos según los cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los retos en torno al cambio climático se acumulan. Según las últimas estimaciones de la OMS, la contaminación atmosférica supone el riesgo ambiental para la salud más importante del mundo. De hecho, según sus cifras en 2012 unos 7 millones de personas murieron a consecuencia de la exposición a la contaminación atmosférica. «Si se redujera la contaminación atmosférica podrían salvarse millones de vidas», aseguraba la organización.

Pero también está la tala indiscriminada de árboles y arbustos que afecta a todos los continentes de nuestro planeta. Según un reciente estudio de la Universidad de Maryland, la tasa de desaparición de los bosques tropicales es del 62% durante los últimos 20 años.

Mientras, la desertización afecta ya a 168 países, según la Convención de Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que asegura que Yibuti, Somalia, Kenia, Etiopía (en África), India y China (en Asia) destacan entre aquellas naciones más perjudicadas por este proceso de transformación.

Sin embargo, en los último 20 años no se ha conseguido llegar a ningún acuerdo internacional para la reducción de los efectos del cambio climático. Y todo ello pese a que, tal y como recordó Ban Ki-moon el septiembre pasado, no existe un «Plan B» a la hora de combatir el calentamiento global porque no existe un «Planeta B».

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“Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,
que nos sustenta y gobierna y produce distintos frutos
con flores de colores y hierbas”.

Gracias por sus magníficas cosechas,
Por la belleza de sus animales y sus flores,
Por el agua de los ríos, lagos, acequias, y el mar.

Bendito seas Señor creador nuestro,
Tuya es la tierra y todo lo que ella contiene,
Porque todo ha sido modelado por tus manos;
La tierra es propiedad tuya, y de cada criatura;
Todo ser viviente alabe al Señor.

Todo lo creaste como fruto de tu amor y bondad
Y nos dejaste tu creación a nuestro servicio y cuidado.
Reconocemos que no hemos cuidado de tu creación;

Los poderosos han causado desequilibrio amenazando su integridad;
Perdónanos por contaminar el aire y el agua.
Por dejar morir los peces en el mar y en los ríos;
Todo fruto de nuestro egoísmo y consumismo desmedido;
Perdona nuestro afán de acumular riquezas monetarias en detrimento de la tierra.

Perdón por la deforestación de nuestra tierra;
Dejándola estéril para las futuras generaciones,
Causando la extinción de tantos animales y plantas, de todo viviente.

Que tu Espíritu liberador y dador de vida, nos impulse a reverenciar, cuidar y defender
Esta tierra, de todos los depredadores y empresarios avaros.
Señor, ayúdanos a descubrir tu presencia en toda tu creación,
Permítenos descubrir tu soplo de vida en la naturaleza.
Enséñanos a conocerte y amarte en todas las personas, animales y plantas.

Queremos escuchar los clamores de nuestra hermana y madre tierra.
Queremos disfrutar de ella, sin violentarla, ni destruirla.
Queremos caminar por ella cuidándola y defendiéndola
Y enseñando a otros a verla con amor.

Te pedimos también por todos nuestros hermanos que son perseguidos,
Por ser fieles al cuidado y respeto de la tierra.
Que su testimonio sea nuestro ejemplo e inspiración,
Para luchar por la preservación de tu creación.

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